lunes, octubre 10, 2005
Homenaje a Vilaltov
MI VERDAD
Rómulo Casado, L'H.-
Vilaltov, genio y figura, dice adiós.
Recuerdo como si fuera hoy la primera actuación de Vilaltov con la camiseta blanca. Salió al campo sin apenas calentar, ataviado con unos pantalones largos que al principio fueron recibidos con sorna por el respetable. El cachondeo se apagó en pocos instantes. Los que necesitó el zaguero para ganarse el respeto de sus compañeros y de la grada. Siempre elegante en el corte y preciso en el pase, fue apodado el "Michael Caine" del fútbol del Baix. En su dilatada trayectoria no vio una sola tarjeta amarilla, lo que le valió numerosos premios al juego limpio. "No hace falta ser violento para defender bien y ser temido por los delanteros", dijo en cierta ocasión Vilaltov. El único borrón en su denso currículum sea quizás su antológica impuntualidad. Aunque parezca mentira, Vilaltov jamás fue titular. Y no por falta de méritos, ni por decisión técnica. Simplemente porque siempre llegó tarde a Les Planes. Los aficionados del Baix guardan viva la imagen del defensa corriendo por la banda en dirección al vestuario. Incluso una leyenda urbana asegura que el búlgaro llegó a jugar con corbata y mocasines.
La llegada del búlgaro a L'Hospitalet fue una bocanada de aire fresco para nuestro fútbol. La autenticidad del defensa le convirtió en un ídolo, y ahora cuelga las botas porque dice haber alcanzado la plenitud como futbolista. "Le he dado todo al fútbol, ahora me merezco un descanso antes de plantearme nuevos retos", reflexiona Vilaltov.
Nuestro fútbol no va a permitir que un jugador de ese calibre se vaya por la puerta de servicio. Es por ello que ya está en marcha la organización de un sentido homenaje. Éste tendrá lugar este mismo mes de octubre, y el escenario elegido podría ser el reputado restaurante rumano La Taula. Falto de la cocina búlgara, Vilaltov es un auténtico enamorado de la gastronomía de un país del que sólo le separa el río Danubio. "Los rumanos y los búlgaros somos hermanos, y desde que Entrena me llevó a La Taula he comido allí cada semana", dijo en cierta ocasión el defensa.
Vilaltov, genio y figura, recibirá el homenaje de nuestro fútbol. No le podemos fallar.
Rómulo Casado, L'H.-
Vilaltov, genio y figura, dice adiós.
Recuerdo como si fuera hoy la primera actuación de Vilaltov con la camiseta blanca. Salió al campo sin apenas calentar, ataviado con unos pantalones largos que al principio fueron recibidos con sorna por el respetable. El cachondeo se apagó en pocos instantes. Los que necesitó el zaguero para ganarse el respeto de sus compañeros y de la grada. Siempre elegante en el corte y preciso en el pase, fue apodado el "Michael Caine" del fútbol del Baix. En su dilatada trayectoria no vio una sola tarjeta amarilla, lo que le valió numerosos premios al juego limpio. "No hace falta ser violento para defender bien y ser temido por los delanteros", dijo en cierta ocasión Vilaltov. El único borrón en su denso currículum sea quizás su antológica impuntualidad. Aunque parezca mentira, Vilaltov jamás fue titular. Y no por falta de méritos, ni por decisión técnica. Simplemente porque siempre llegó tarde a Les Planes. Los aficionados del Baix guardan viva la imagen del defensa corriendo por la banda en dirección al vestuario. Incluso una leyenda urbana asegura que el búlgaro llegó a jugar con corbata y mocasines.
La llegada del búlgaro a L'Hospitalet fue una bocanada de aire fresco para nuestro fútbol. La autenticidad del defensa le convirtió en un ídolo, y ahora cuelga las botas porque dice haber alcanzado la plenitud como futbolista. "Le he dado todo al fútbol, ahora me merezco un descanso antes de plantearme nuevos retos", reflexiona Vilaltov.
Nuestro fútbol no va a permitir que un jugador de ese calibre se vaya por la puerta de servicio. Es por ello que ya está en marcha la organización de un sentido homenaje. Éste tendrá lugar este mismo mes de octubre, y el escenario elegido podría ser el reputado restaurante rumano La Taula. Falto de la cocina búlgara, Vilaltov es un auténtico enamorado de la gastronomía de un país del que sólo le separa el río Danubio. "Los rumanos y los búlgaros somos hermanos, y desde que Entrena me llevó a La Taula he comido allí cada semana", dijo en cierta ocasión el defensa.
Vilaltov, genio y figura, recibirá el homenaje de nuestro fútbol. No le podemos fallar.
# posted by Eduard Conti @ 08:00 
